Equilibrio en la unidad
Tiferet: es la virtud intrínseca de la armonía, de la belleza, del equilibrio y de la misericordia.
Yesod: es de la unidad y el entrelazamiento.
Analiza pues, los aspectos en tu conducta que reflejen el equilibrio en la unidad.
Respóndete:
-¿Tienes la convicción de que los lazos que creas con otra persona se sustentan en el equilibrio?
-¿Tu compañera/o; siente tu presencia como una constante, o te adecuas para darle sitios y tiempos de privacidad e intimidad?
-¿Sabes diferenciar entre estar unido a otro, o lo que representa tratar de establecer en tu relación una especie de mezcla indiferenciada?
-¿Tus uniones son armoniosas o tienen altibajos fuertemente emocionales?
Cuando llega el momento de las despedidas, -temporales o quizás permanentes-...
-¿Te provoca un estado de ánimo insuperable, o sientes la tristeza natural empero acompañada por la esperanza de un nuevo resurgir?
El que realmente busca la unidad por medio de la armonía, no teme reconocer la individualidad e independencia del otro. Ni que decir respecto de la suya propia…
La unidad entre las personas no se construye esquivando o borrando las diferencias, sino aunando todo lo positivo que cada uno ofrece desde su particular vivencia.
Por el contrario, el que se inhibe o mengua para mantener el cariño o el respeto ajeno, en verdad se está dirigiendo a un abismo profundo y de difícil salida.
En el equilibrio -en el término medio-, se halla la belleza y la verdadera unidad con otro, que siempre será "un otro"…
De no asumir esta realidad, los desequilibrios emocionales serán el cuerpo habitual en las relaciones, y la ruptura será su consecuencia.
Durante este día, examina pues; cómo te relacionas con los demás; si encuentras que para encontrar unión te desesperas por la unanimidad; entonces debes saber que hay aquí algo en ti, que debes trabajar con tesón.
Shalom!
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