Empatía en el Mando
Hod: es la capacidad personal de la comprensión, empatía, sensibilidad…
Maljut: es del dominio, liderazgo, nobleza…
Analiza los aspectos en tu conducta y que reflejen la comprensión en nobleza.
Valora estas cuestiones:
>¿Puedes liderar y al mismo tiempo ser comprensivo de los sentimientos y necesidades del otro?
>¿Cuándo diriges contemplas los estados anímicos del prójimo?
>¿Te conectas sinceramente con los demás en la búsqueda por alcanzar alguna meta?
Y en definitiva:
>¿Consideras que el poder y la sensibilidad pueden revelarse en la misma persona?
El que realmente es una persona sensible, no puede dejar de ser noble. Ya que ambas cualidades requieren el compromiso de recibir del otro, pero sin egoísmos.
El empático percibe las señales que emite el prójimo, las descodifica y actúa en consecuencia. El noble, comprende las virtudes y defectos propios y ajenos, percibe los mensajes de las situaciones, y establece modos apropiados de conducta.
En ambas cualidades, la percepción de lo externo es fundamental.
Pero, si falla el amor propio, es decir: si hay un obstáculo en el desarrollo de la sensibilidad dirigida a reconocer la propia valía, entonces, muy probablemente el mando se transformará en arbitrariedad; y la nobleza dejará pasó a la sensiblería que opacará cualquier relación.
No olvides que en los vínculos entre las personas, suelen haber fantasmas, imágenes propias proyectadas que obstaculizan el encuentro sincero entre ellas.
Durante este día, examina entonces como te relacionas con los demás. Y si percibes que tratas de plasmar en ellos tu propios deseos, aspiraciones o conflictos; y si actúas con ese fantasma interponiéndose...
Acércate pues, humildemente a D’os y pídele que te haga ver la luz eterna de sus bendiciones para ti y todos.
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