Yesod Shebi’Tiferet
Uniendo en la Compasión
Uniendo en la Compasión
Yesod: es el atributo de la afinidad, unión, y/o vinculación.
Tiferet: de la armonía, belleza, compasión y verdad.
Para que la compasión sea realizada plenamente, necesita de un compromiso…
Esto es, requiere la creación de un vínculo entre el que da y quien recibe; una asociación, que se extiende más allá de cuando alguien necesita de alguien, algo perentorio que perdurará por siempre.
Es la consecución, y por tanto el resultado gratificante de la compasión verdadera.
Si eres el objeto de compasión, junto a quien por ti se compadece, debes tratar de conseguir interactuar entre ambos. Y -aún-, mucho más allá de lo que en sí representa, un acto de compasión.
Esto es, requiere la creación de un vínculo entre el que da y quien recibe; una asociación, que se extiende más allá de cuando alguien necesita de alguien, algo perentorio que perdurará por siempre.
Es la consecución, y por tanto el resultado gratificante de la compasión verdadera.
Si eres el objeto de compasión, junto a quien por ti se compadece, debes tratar de conseguir interactuar entre ambos. Y -aún-, mucho más allá de lo que en sí representa, un acto de compasión.
Medita en este jueves:
>¿Tus actos de compasión te acercan, o tal vez te alejan del prójimo?
>¿Tu manera de ser compasivo, te distancia de tu naturaleza como persona; o percibes como cada día te conoces mejor?
>¿Te sientes altruista cuando ayudas a otro, o piensas que meramente estás cumpliendo tu obligación?
>¿Notas un fuerte e importante vínculo con aquellos a quienes ayudas; o tal vez piensas que lo haces de forma rutinaria?
El genuinamente compasivo jamás trata de separar lo que debe estar unido, y mucho menos pretende romper la estabilidad.
Percibe que su misión en el mundo, es una parte importante de la Obra de Hashem, y así siempre actúa como amigo, y no como un adversario.
Entonces, resulta ser humilde, sencillo y sincero, reconoce sus límites y los del prójimo, mostrándose creativo en sus posibilidades. Jamás trepará sobre la espalda de los caídos, o se erguirá orgulloso con los triunfantes.
En definitiva, no es un aprovechado, sino un verdadero amigo y compañero en armonía y unidad.
Y si fracasa en sus intentos, no se culpa ni culpa a nadie, busca modos de avanzar; a solas, en lo íntimo, consigo mismo, y siempre pensando en el prójimo.
Cuando tiene éxito, no se orgullece, y hace partícipes a todos para así gozar de los bienes recibidos.
Examina pues en este día: tus hábitos de armonía, compasión y búsqueda de la unidad.
Y si detectas que actúas más que compasivamente; -de forma egoísta- procura acortar y estrechar las distancias con el prójimo.
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